Diario del Caquetá, el periódico de los Caqueteños
Dicen que la práctica hace al maestro y eso, en gran parte, sucede con este reconocido ingeniero civil de la Universidad de La Salle, caqueteño por adopción luego de llegar con sus padres a los siete años de edad.
Hijo del ingeniero Efraín Ramírez Herrera y María Antonia Osorio de Ramírez, desde niño supo cuál sería su profesión, gracias a la influencia de su padre, reconocido por estar al frente de importantes obras en Caquetá. De su madre, destacada por su labor en la Cruz Roja, acogió su interés por el servicio social.
Hizo su formación básica en la Normal Superior, donde gozaba de aprecio y admiración por sus conocimientos en diseño y proyectos de infraestructura; “puedo decir que conocí la teoría de la ingeniería en la universidad; pero, la práctica la hice desde los 14 años con mi papá”, afirma. De hecho, juntos crearon empresa; “hicimos el barrio Villa Mónica, Altos de la Colina, Conjunto Residencial El Encanto, apoyando así el desarrollo del municipio”, comenta indicando que, además, estuvieron al frente de pavimentaciones, alcantarillados y construcción de escuelas, entre otras actividades.
Es hermano de Federico, también ingeniero; casado con Alexandra Perdomo Lozada, ingeniera de sistemas, y padre de tres hijos, dos de los cuales son ya profesionales: Natalia, médico veterinario, y Juan Diego, quien terminó medicina y cursa una especialización.
Es también de conocimiento general su paso certero por el sector público; fue director del Instituto municipal de obras civiles Imoc, periodo 2001-2003, en la alcaldía de Álvaro Pacheco Álvarez. “Florencia cumplía 100 años y él le dio 100 obras; fueron tres años cambiándole la cara a la capital”, cuenta recordando que hicieron andenes, el Centro Comercial La Perdiz, la avenida Centenario, vías rurales, escuelas, alcantarillados y, entre otras cosas, mejoraron el espacio público en la plaza La Concordia. “Trabajamos con sentido de pertenencia”, sostiene.
De manera más reciente, su paso por la gerencia de la Empresa de Servicios de Florencia es también de grata recordación, con campañas como “Ponte la camiseta por Servaf”, que invitaba a los directos colaboradores a trabajar con sentido de pertenencia en pro de los usuarios y, por supuesto, de la ciudad.
Donde quiera que ha estado, además de sobresalir por su espíritu social, se ha distinguido por obrar con honradez y transparencia, aportando así a que Florencia sea un mejor lugar para las próximas generaciones.
Es así que hoy el ingeniero Diego Ramírez deja su nombre a consideración de todos los florencianos para participar en la próxima contienda electoral como candidato a la Alcaldía de Florencia.