Diario del Caquetá, El periódico de los Caqueteños
Nació en septiembre de 1972, pero fue adoptada por una familia francesa a sus nueve años, en noviembre de 1981. Su primer nombre fue Gladys Gutiérrez, pero pasó a llamarse Catherine Costerisant, ahora tiene 48 años, vive con su esposo y su hijo en París, es profesional en psicología y tiene su consultorio independiente, pero también tiene un gran interrogante en su vida: su identidad personal y sus raíces.
Por eso, decidió hacer una inmersión en su pasado que tiene un objetivo claro: inicialmente encontrar a su madre. Catherine cuenta que nació en Caquetá y que en su familia tenía siete hermanos, 2 hermanas mayores, que recuerda por sus nombres como Susana y Cecilia; la menor de todos que se llamaba Doris; y sus dos hermanos menores Carlos y Víctor Hugo, que fueron adoptados con ella por la pareja francesa, ella cree tener la noción de que su mamá encontró una nueva pareja y por eso dio a tres de sus hijos en adopción.
Gladys Gutiérrez o Catherine Costerisant recuerda que vivió alguna época en Florencia (Caquetá) y que hacia los seis o siete años hizo un viaje con su mamá a Bogotá. Por esa razón, perdió contacto con su familia materna, de la que recuerda difusamente a su abuela, y a una tía que era profesora en una escuela, y a quien acompañaba a dictar sus clases a caballo, en medio de exóticos paisajes de montaña y selva.
Ella cree tener la noción de que su mamá encontró una nueva pareja y en esa época dio a tres de sus hijos en adopción. Tenía nueve años y sus hermanos siete y cinco. Todo el trámite se hizo con la fundación los Pisingos, y de ahí en adelante su vida y la de sus hermanos cambiaron porque pasaron a vivir a Francia con sus nuevos padres Claude y Dominique Costerisant, en medio de un panorama económico diametralmente distinto.
Lo increíble de su historia es que después de casi 40 años de silencio, Gladys Gutiérrez o Catherine Costerisant está decidida a desandar sus pasos y saber qué fue de la vida de su madre Ofelia Gutiérrez y su entorno familiar. En esa titánica empresa la fortalece una razón más: quiere responderle a su hijo las preguntas que hoy le hace respecto a su pasado, el mismo que quiere encontrar en la inmensa geografía del Caquetá, hasta lograr la felicidad completa con su madre biológica.